• Embajada de EE.UU. en La Habana, capital cubana.
Publicada: miércoles, 17 de febrero de 2021 1:24
Actualizada: miércoles, 17 de febrero de 2021 1:46

En los ataques acústicos que afectaron a diplomáticos estadounidenses en La Habana estuvo la mano de la CIA para enfriar los recién recuperados lazos EE.UU.-Cuba.

El general de división en retiro Fabián Escalante denunció el martes que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos participó en los llamados “ataques sónicos” con los que la entonces Administración del presidente Donald Trump (2017-2021) intentaba justificar las más de 200 medidas que había adoptado contra la isla.

No se puede encontrar lo que no existe, esos ataques fueron una operación de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense”, manifestó el exjefe de los servicios de Seguridad cubanos en una entrevista con el medio local Prensa Latina.

Los denominados “ataques sónicos” que provocaron el síndrome de La Habana fue un misterioso episodio de salud experimentado por el personal de inteligencia y diplomático de Estados Unidos en la capital cubana entre 2016 y 2018, cuyos síntomas fueron pérdida de audición, vértigo, dolores de cabeza y fatiga, pero hasta el momento no se han presentado evidencias de ataques.

El antiguo militar afirmó que el magnate republicano buscaba un pretexto para romper los vínculos entre Washington y La Habana y asfixiar a la nación caribeña. Pero, ¿cómo emitir una onda radial que afecte a unos sí y a otros no?, cuestionó el experto al referirse a los incidentes descritos por los diplomáticos.

Según Escalante, el objetivo de la Administración Trump era “acabar con el Gobierno revolucionario, aprovechar esta época y las nuevas generaciones para confundir y tratar de lograr lo que antes no lograron”.

 

En 2017, el Gobierno de EE.UU. acusó a Cuba de supuestos ataques “sónicos” contra funcionarios estadounidenses acreditados en La Habana, argumento refutado por el país caribeño, que inmediatamente exigió que se investigara la denuncia.

La maniobra sirvió de pretexto a la Administración de Trump para el retiro de parte de su personal diplomático de la capital cubana y dañar las relaciones entre ambos países, retomadas en 2015, por su antecesor Barack Obama, tras 54 años de ruptura.

La acción fue calificada como una “respuesta política plagada de mala gestión, falta de coordinación e incumplimiento de procedimientos”, según indica un informe del Departamento de Estado de EE.UU., desclasificado recientemente.

El texto, además, ratifica la falta de pruebas para vincular a Cuba con los misteriosos problemas de salud que afectaron a los funcionarios. “El mecanismo de la causa de las lesiones es actualmente desconocido. Desconocemos el motivo, cuándo comenzaron realmente, o quien lo hizo”, señala el documento.

lvs/ncl/mrg