“Tal como dejó claro el presidente (Moon Jae-in) en diversas ocasiones, básicamente el Gobierno no tiene la intención de anular su compromiso realizado con el espíritu de la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos”, ha reiterado la ministra de Exteriores surcoreana, Kang Kyung-hwa, en un foro celebrado este lunes en Seúl (la capital).
La diplomática aclara que el proceso de evaluación del impacto que conllevaría el despliegue del sistema de Defensa Terminal a Gran Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés) para el medioambiente no afectará de ninguna manera al acuerdo alcanzado con Estados Unidos.
Sus afirmaciones responden a las especulaciones que hay sobre la posibilidad de que el presidente Moon Jae-in anule el mencionado pacto.
Tal como dejó claro el presidente (Moon Jae-in) en diversas ocasiones, básicamente el Gobierno no tiene la intención de anular su compromiso realizado con el espíritu de la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos”, ha reiterado Kang Kyung-hwa, canciller surcoreana.
“Con la legitimidad democrática y procesal obtenida, se reforzará el apoyo público al despliegue, lo cual a cambio fortalecerá aun más la alianza (entre Seúl y Washington) en el futuro”, enfatiza Kyung-hwa.
De esta manera, la canciller surcoreana ha insistido en que los dos países seguirán sus colaboraciones, en especial, en cuanto a la cuestión de Corea del Norte, pues “la alianza bilateral” es la base de la seguridad nacional del Gobierno surcoreano.
Las tensiones entre Seúl y Pyongyang —técnicamente enfrentados desde la Guerra de Corea (1950-53)— han ido aumentando en los últimos meses debido, en gran parte, a las repetidas pruebas de misiles de Corea del Norte y a las medidas provocativas de Washington, incluyendo el despliegue en Corea del Sur del sistema THAAD.
EE.UU. dio inicio en abril al traslado del polémico sistema antimisiles THAAD a Corea del Sur, argumentando que dicho sistema haría frente a las amenazas provenientes de Corea del Norte.
Sin embargo, esta medida desembocó en masivas protestas, incluso de los surcoreanos, e indignó a varios de los vecinos, incluidas Rusia y China, países que la consideran una amenaza a su seguridad nacional.
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