“Todas las partes en el CSNU enfatizaron en la importancia de mantener la estabilidad y atajar la tensión y la violencia tanto en Irán como en Oriente Medio”, dijo el diplomático kazajo a periodistas tras una sesión de emergencia del CSNU sobre los disturbios sucedidos en Irán en los recientes días.
Umarov, que hablaba el viernes como representante permanente de Kazajistán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como presidente de turno del Consejo de Seguridad, precisó que Astaná quiere “un Irán tranquilo, estable y en desarrollo”. “Esperamos que todos los problemas en Irán se resuelvan por vías pacíficas”, sostuvo.
Umarov dijo que las protestas de los últimos días en Irán —por el desempleo y los elevados precios de los alimentos— eran un asunto interno y, por lo tanto, no estaban bajo el control del Consejo. La opinión fue compartida por la mayoría de los miembros, incluidos Francia y Suecia.
EE.UU., el organizador de la reunión del viernes, no logró que el Consejo de Seguridad tome medidas contra las protestas iraníes, pues este tema se consideró un asunto interno y fuera de la agenda del ente de la ONU, hecho que causó otro fracaso para Washington en la esfera internacional.
Todas las partes en el CSNU enfatizaron en la importancia de mantener la estabilidad y atajar la tensión y la violencia tanto en Irán como en Oriente Medio”, dijo el embajador de Kazajistán ante la ONU, Kairat Umarov.
Estas manifestaciones, aunque se han desarrollado de manera pacífica en la mayoría de las veces, han terminado en algunas ocasiones en actos de violencia.
Teherán se pronunció en el Consejo de Seguridad sobre la “hipocresía” de Washington en sus condenas a las protestas en Irán, afirmando “tener pruebas contundentes de que tales disturbios son alimentados desde el extranjero, en particular desde Estados Unidos”.
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