En entrevista con la cadena Press TV, el premier yemení ha reiterado el apoyo inquebrantable de su país al pueblo palestino en la Franja de Gaza frente a la guerra genocida del régimen de Israel.
Sobre la decisión de Yemen de impedir la navegación en el mar Rojo a barcos pertenecientes a la entidad sionista, o de otra nacionalidad con destino a puertos israelíes, el alto funcionario ha subrayado que tales acciones responden a un deber religioso en apoyo a los habitantes de Gaza.
También en respuesta al respaldo de Washington a Tel Aviv en su agresión al sitiado enclave.
“Esta decisión se basó en aspectos humanitarios, religiosos y morales para apoyar a nuestro pueblo en Palestina”, aseguró el primer ministro yemení.
Abdelaziz Saleh bin Habtoor ha subrayado además que ante este “deber religioso”, todas las consideraciones de carácter geopolítico, estratégico o de alianzas de cualquier tipo resultan insignificantes. “Tenemos una visión que surge de la visión del eje de resistencia y esto es lo que nos impulsó a responder”, agregó.
Aseveró además que las operaciones yemeníes en el mar Rojo han tenido en gran impacto en la economía del régimen de Tel Aviv. “Los datos que provienen del enemigo sionista dicen que más del 90 por ciento de la capacidad en el puerto de Eilat está inactiva, … cuando un puerto funciona mal de esta manera en el momento más álgido de los enfrentamientos, es un gran logro”, precisó.
Asimismo, el primer ministro yemení ha censurado la postura de Estados Unidos y Reino Unido como potencias coloniales, al señalar que ambas establecieron a la entidad sionista de carácter ilegal y buscan protegerla con todos sus medios y capacidades. “Quienquiera que se oponga a esta entidad, Washington y Londres buscarán destruirlo”, aseguró.
“Estados Unidos y Reino Unido son países agresivos contra toda la humanidad, no solo contra Yemen o cualquier otro país que busque la liberación del colonialismo occidental. Por lo tanto, estos dos países tienen sus propios proyectos coloniales, viejos y nuevos”, denunció.
Israel desató una guerra genocida contra la Franja de Gaza como represalia por el fracaso sufrido durante la operación Tormenta de Al-Aqsa, ejecutada el 7 de octubre último por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en respuesta a décadas de crímenes de la entidad sionista contra el pueblo palestino.
Los bombardeos indiscriminados y la ofensiva terrestre del régimen de Tel Aviv contra el sitiado enclave palestino han dejado un saldo fatal de más de 25 400 muertos y más de 62 000 heridos.
En respuesta a la agresión contra Gaza, las fuerzas armadas yemeníes han realizado varios ataques contra objetivos israelíes y han impedido la navegación en el mar Rojo con destino a puertos en los territorios ocupados.
Estados Unidos y Reino Unido, al frente de una coalición marítima para brindar seguridad a Israel en el mar Rojo, han llevado a cabo decenas de bombardeos contra blancos en Saná y otras ciudades de Yemen, con el objetivo de detener las operaciones yemeníes en apoyo al pueblo de Gaza.
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