Las marchas de protesta, además de la capital se han llevado a cabo en otras provincias del país árabe como Saada (norte), Hajjah (noroeste) y Al-hudayda (oeste), en las que la multitud ha denunciado la complicidad de EE.UU. en la crisis que sufre el pueblo yemení debido a la continuidad de los crímenes cometidos por la coalición agresora, liderada por Arabia Saudí, en Yemen.
En las masivas manifestaciones, los ciudadanos yemeníes han reprochado el silencio guardado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) ante los actos de violencia de la monarquía árabe y sus aliados contra la nación yemení.
Los manifestantes han portado banderas nacionales y pancartas con los eslóganes como “Estados Unidos es el gran diablo” y “EE.UU. está detrás del conflicto militar y económico, así como la continuidad de la guerra y el asedio a Yemen”.
Durante las protestas, los manifestantes han enfatizado que Yemen tiene el derecho a defenderse por lo que los ataques de represalia del Ejército yemení contra los objetivos saudíes gozan del apoyo popular.
Mediante un comunicado publicado este lunes, el Ministerio yemení de Asuntos Exteriores ha precisado que las falsas promesas de EE.UU. para establecer la paz en Yemen no son nada más que una cobertura en sus crímenes de Washington contra el país árabe.
Además, ha llamado a la Administración estadounidense a revisar su postura hacia la nación yemení y a ajustar sus políticas a favor de los principios y responsabilidades humanas, morales y jurídicas.
La grave situación humanitaria que afronta la población yemení comenzó en marzo de 2015, con el inicio de la campaña de bombarderos y bloqueo de Arabia Saudí y sus aliados árabes, con la intención de restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi.
Pese a las advertencias de las autoridades yemeníes y varios organismos pro derechos humanos sobre la crítica situación humanitaria en el país árabe, el régimen de los Al Saud, lejos de poner fin a su brutal agresión, ha intensificado recientemente sus bombardeos y su bloqueo contra este país, con el apoyo que le brinda EE.UU. y sus aliados occidentales.
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