El Ministerio del Interior del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen anunció el martes por la noche (hora local) que se había incautado una fábrica perteneciente a grupos terroristas, en una operación de seguridad de la policía de la provincia de Al-Bayda.
El Ministerio yemení no nombró el grupo terrorista relevante, pero confirmó que los paquetes explosivos descubiertos habían sido preparados para atacar a civiles y fuerzas de seguridad yemeníes.
Se encontraron varios artefactos explosivos improvisados, cinturones explosivos, minas terrestres y diferentes tipos de proyectiles en la fábrica, afirmó el portavoz del Ministerio del Interior, Abduljaliq al-Ayri.
El informe se produce después de que los medios yemeníes informaran el 10 de agosto que la coalición liderada por Riad contra Yemen había transferido varios elementos del grupo terrorista al-Qaeda de Arabia Saudí a Yemen, para evitar su fracaso ante las fuerzas yemeníes en Marib, el último bastión de las fuerzas respaldadas por Arabia Saudí en el norte de Yemen.
Desde marzo de 2015, el régimen saudí y sus aliados lanzan ataques diarios contra el pueblo yemení, muchos de los cuales son catalogados crímenes de guerra, por el empleo de armas prohibidas, que compran en su mayoría de países occidentales, como EE.UU., el Reino Unido y Francia.
A pesar de que la agresión y el bloqueo impuestos por el reino árabe y sus aliados han convertido a Yemen en un “infierno”, según las Naciones Unidas, Saná ha podido resistir y desarrollar sus capacidades militares de manera que ya es capaz de disuadir la agresión saudí, responder a sus crímenes y golpear los objetivos militares y vitales de los agresores, prometiendo que suspenderían sus operaciones de represalia solo cuando Riad ponga fin a su devastadora guerra y su bloqueo.
Las fuerzas yemeníes han prometido también expulsar a los ocupantes de todo el territorio yemení, como lo están haciendo en los últimos meses en la provincia de Marib (centro-oeste), ganando cada día más terreno.
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