El portavoz de las Fuerzas Armadas de Yemen, el general Yahya Sari, ha anunciado este sábado en un tuit que el Ejército yemení, apoyado por el movimiento popular Ansarolá, ha conseguido repeler desde el viernes varias ofensivas enemigas.
Mientras tanto, la televisión por satélite yemení Al Masirah ha informado este sábado de que las fuerzas saudíes lanzaron al menos 30 ataques de artillería contra la aldea de Al-Zafaran, ubicada en el oeste de la provincia costera de Al-Hudayda.
Riad ha reiniciado sus operaciones aéreas y terrestres contra Yemen, pese a que el jueves anunció un alto el fuego para apoyar los esfuerzos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) encaminados a acabar con este conflicto que dura ya más de cinco años y evitar, además, una mayor propagación del nuevo coronavirus (COVID-19) en este país devastado por la guerra.
Pese a dicha tregua, ni las razias saudíes ni el envío masivo de armas desde los países occidentales se han detenido. Hasta el momento, los funcionarios yemeníes calculan que los saudíes han violado 99 veces su propio alto el fuego.
Desde un principio, los responsables de Ansarolá desconfiaron de las intenciones de los saudíes y advirtieron de que el anuncio era un ardid del reino árabe para fortalecer su postura internacional.
“Este anuncio no expresa la intención genuina de lograr la paz. Los saudíes todavía emplean las fuerzas aéreas, terrestres y navales para intensificar su asedio sobre Yemen. Este es un anuncio sólo para restaurar (sus posiciones), para cerrar filas”, explicó Muhamad al-Bujaiti, miembro del Consejo Político de Ansarolá.
Arabia Saudí, en marzo de 2015, dio inicio a una guerra contra su vecino del sur, que hasta el momento ha provocado al menos 100 000 muertos, según datos oficiales yemeníes. La ONU estima que más de 24 millones de personas en Yemen necesitan urgentemente ayuda humanitaria, incluidos unos 10 millones que ya rozan la hambruna.
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