“Arabia Saudí se ha negado a responder a las cartas del Ministerio para facilitar la peregrinación de yemeníes o la realización de los vuelos de los peregrinos”, denunció el miércoles la referida Cartera yemení, conforme recoge la cadena local de noticias Al Masirah.
Al respecto, el viceministro yemení de Donaciones y Guía Religiosa, Foad Nayi, lamenta que las autoridades de Riad utilicen el Hach como un instrumento de presión en su agresión a Yemen y se esfuercen por politizar tales rituales religiosos.
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Las restricciones saudíes incluyen negarse a reconocer los pasaportes emitidos en Saná, el cerco al aeropuerto internacional de la capital yemení y la apertura de un solo cruce a los yemeníes, ha explicado el funcionario.
Arabia Saudí se ha negado a responder a las cartas del Ministerio para facilitar la peregrinación de yemeníes o la realización de los vuelos de los peregrinos”, denuncia el Ministerio de Donaciones y Guía Religiosa de Yemen.
Por su parte, el clérigo yemení Sham al-Din Sharaf al-Din denunció que Arabia Saudí politiza el Hach —una de las cinco obligaciones fundamentales del Islam— para usarlo contra sus oponentes como Yemen, Palestina, Irak y Libia. Además, reprochó la incompetencia del régimen saudí en la gestión de esos rituales.
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La revista estadounidense Foreign Policy ha aseverado que las políticas destructivas del príncipe heredero saudí, Muhamad Bin Salman Al Saud, entre ellas la creciente cifra de civiles muertos por los bombardeos saudíes en Yemen, han hecho que hasta los mismos aliados musulmanes de Riad se alejen del reino árabe y boicoteen los rituales de Hach de este año en curso.
La campaña de bombardeos saudíes contra Yemen ha causado más de 91 000 muertos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que, si la guerra no se detiene, la cifra de víctimas mortales podría llegar a 500 000 en 2020.
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