La situación política en Yemen es muy compleja y dominar el país por un único grupo es imposible así que Ansarolá ha pedido la participación de todos los grupos políticos.
Al-Sammad informó que a pesar de todas las intervenciones extranjeras que tienen como objetivo frenar el movimiento democrático de Yemen, los diálogos nacionales entre diferentes grupos políticos están en curso.
“La situación política en Yemen es muy compleja y dominar el país por un único grupo es imposible así que Ansarolá, como la fuerza que guió la revolución yemení durante los últimos meses ha pedido la participación de todos los grupos políticos", aseguró.
El político yemení dejó claro que la intención de Ansarolá era formar dos consejos; uno presidencial y otro legislativo en los que participen todos los grupos políticos con el fin de elegir un gobierno de consenso nacional que responda a las necesidades del país.
A continuación, atribuyó la decisión de algunos países de trasladar sus embajadas desde Saná a Adén por razones políticas, especificando que este traslado solo aumenta su propia inseguridad.
En este mismo contexto, destacó el caso de Arabia Saudí, criticándole por la postura bélica que ha adoptado desde el primer momento contra la revolución yemení y el movimiento popular Ansarolá para hacer que este retroceda en los diálogos políticos.
Yemen vive una complicada situación política por la renuncia del presidente Abdu Rabu Mansur Hadi el pasado 22 de enero, después de que el movimiento popular Ansarolá se apoderara de la capital, Saná, tras una batalla de cuatro días con las fuerzas militares leales al general Ali Mohsen al-Ahmar, hermanastro del exdictador del país Ali Abdolá Saleh.
El movimiento Ansarolá, portaestandarte de la revolución popular del pueblo yemení, ha instaurado la seguridad y el orden en la capital, y la mayor parte del territorio del país árabe se encuentra bajo su control.
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