Como muestran un vídeo y fotos, muchos venezolanos esperan en una extensa fila para ingresar a la embajada de Irán en Caracas (capital de Venezuela) y estampar su firma en el libro de condolencias por el martirio del teniente general iraní Qasem Soleimani.
Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, fue asesinado el viernes 3 de enero en Bagdad (capital iraquí), en un ataque selectivo, ordenado directamente por el presidente de EE.UU., Donald Trump. En represalia, el miércoles, el CGRI lanzó “fuertes ataques misilísticos” contra dos bases de EE.UU. en Irak

La mayoría de los que han acudido a la sede diplomática iraní en la capital venezolana para expresar su solidaridad con el pueblo iraní por la pérdida de su héroe antiterrorista está conformada por jóvenes.

Según diplomáticos iraníes en Caracas, se ha tenido que prorrogar el cierre del libro de condolencias debido a la gran afluencia de venezolanos que permanecen en las afueras de la sede diplomática, mientras comentan sobre el prominente estratega militar persa.

Dentro del recinto diplomático, los venezolanos de forma ordenada esperan que llegue su turno para firmar el libro de condolencias a la nación iraní por el martirio del comandante de la Fuerza Quds.

Diferentes toldas revolucionarias, entre ellas, seguidores del partido Organización Renovadora Auténtica (ORA) han manifestado que están al lado de Irán en estos días de luto por la muerte de Soleimani, un líder antimperialista.

Altas autoridades venezolanas, entre ellas, el canciller y el ministro de Defensa, han firmado el libro de condolencias y condenado el ataque de Estados Unidos que acabó con la vida de Soleimani.
Venezuela e Irán mantienen relaciones diplomáticas desde la década de los años 60 del siglo pasado, fortaleciéndose sustancialmente los lazos de hermandad, solidaridad y cooperación durante la Revolución Bolivariana, mediante el impulso dado por el comandante Hugo Chávez y que prosigue el presidente Nicolás Maduro. Además, ambos países son blanco de las medidas imperialistas de Estados Unidos
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