Esto debe llamar a la reflexión al Gobierno de los Estados Unidos. Ver un mapa, un mapa que le está diciendo el mundo entero, a los EEUU, a su Gobierno, a su administración que cese las agresiones en contra de Venezuela y se revierta la ejecución de esta orden ejecutiva y en consecuencia se derogue”.
“Esto debe llamar a la reflexión al Gobierno de los Estados Unidos. Ver un mapa, un mapa que le está diciendo el mundo entero, a los EEUU, a su Gobierno, a su administración que cese las agresiones en contra de Venezuela y se revierta la ejecución de esta orden ejecutiva y en consecuencia se derogue”, ha enfatizado la canciller venezolana mostrando un mapa del mundo que señala los países que se han manifestado contra la medida antivenezolana.
Rodríguez ha hecho estas declaraciones en referencia al decreto del presidente Barack Obama, en el que califica a Venezuela de “una amenaza” para la seguridad nacional de EE.UU., y ha destacado que organismos como el Grupo de los 77 más China (G77+China) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) no solo han expresado su firme apoyo a Venezuela, sino que consideran la medida estadounidense violatoria a las normas del derecho internacional.
En otra parte de sus declaraciones, la titular venezolana ha recalcado que el decreto norteamericano también viola los principios, derechos y propósitos de la carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y pone en peligro la seguridad regional.
Ha informado también que el Gobierno venezolano ha entregado ese mismo día una nota a la embajada de Washington en Caracas en la que, además de expresar su enérgica protesta y condena al decreto de la Casa Blanca, exige su pronta derogación.
Finalmente, la ministra venezolana ha subrayado que las autoridades norteamericanas deben respetar los principios democráticos de Venezuela y no puede dar a Venezuela lecciones de democracia.
El pasado 9 de marzo, el presidente estadounidense Barack Obama emitió una orden ejecutiva que declara el Gobierno venezolano como “una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de los Estados Unidos”, además de sancionar a otros siete funcionarios del país sudamericano.
Esa medida ha provocado la ira de los países latinoamericanos, que la consideran una "agresión política" contra Venezuela y una intervención en los asuntos internos del Gobierno bolivariano.
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