En este encuentro, realizado el lunes, las dos partes enfatizaron la importancia de la interacción y sinergia entre las religiones divinas, así como la necesidad de condenar la opresión y el crimen contra los desvalidos del mundo.
El destacado clérigo iraní obsequió al pontífice una obra de artesanos de su ciudad natal de Meybod, ubicada en la provincia de Yazd.
La visita del ayatolá Aarafi a la Santa Sede coincidió con las conmemoraciones del 33° aniversario del fallecimiento del fundador de la Revolución Islámica de Irán (1979), el Imam Jomeini (que descanse en paz).
Aarafi visitó el domingo por la noche el Centro Islámico Imam Mahdi (Que Dios acelere su llegada) en Roma, donde se reunió con miembros de la comunidad chií de la capital italiana durante una ceremonia en conmemoración del gran arquitecto de la Revolución Islámica.
Al evento también asistieron diplomáticos de Irán y representantes de la comunidad palestina de Roma. La presencia del ayatolá Aarafi generó mucha expectación en el centro.
En noviembre de 2020 el ayatolá Aarafi envió una carta a la Santa Sede en la que expresó su preocupación por el odio expresado por algunas revistas, periodistas y figuras políticas de diferentes sociedades contra los musulmanes.
En respuesta, el Papa Francisco expresó su preocupación por las agresiones e insultos a figuras, símbolos y sentimientos religiosos.
La visita de Aarafi es la primera relación oficial entre la Escuela Teológica de Qom o el Hawzah y la Iglesia católica.
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