El escenario de terror tuvo lugar en la ciudad de Chiang Rai, ubicada en el norte de Tailandia, en el momento en que el domador metió la mano en la boca del animal, pero al cabo de unos instantes quedó atrapada pues el reptil cerró las mandíbulas.
El experto, finamente, logró salir ileso del ataque y solo sufrió heridas leves, según publicaron el lunes los medios.
Posteriormente, el dueño del zoológico aseguró que el herido recibió atención médica y se encontraba en situación estable.
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