“Seguimos fallándole a Siria en lo que necesita, en lo que merece, y en lo que tiene derecho”, ha declarado este martes el coordinador de Ayuda de Emergencia de las Naciones Unidas, Martin Griffiths, ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Al desarrollar su postura, Griffiths ha subrayado que el pueblo sirio sigue viviendo una situación complicada y ha enfatizado que lo que realmente salvará a esta nación “es el fin del conflicto”.
Al remarcar que la violencia sigue matando e hiriendo a personas inocentes en Siria, el funcionario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha llamado a todas las naciones del mundo a que incrementen su apoyo al país árabe.
Conforme a Griffiths, cinco millones de sirios no tienen acceso a agua potable suficiente en el norte del país, donde tampoco existe seguridad alimentaria ni acceso a electricidad y, en general, todos los medios de vida han sido afectados.
Por otra parte, ha destacado el aumento significativo en el número de las personas que participan en la recuperación de la economía siria. “Me alienta el creciente consenso de los donantes sobre la necesidad y prioridad de este tipo de gasto”, ha indicado.
Además, Griffiths ha puesto énfasis en la necesidad de proteger a los civiles como un derecho legal, advirtiendo de la llegada del invierno en el país, y ha urgido la ayuda para la recuperación y el retorno voluntario y seguro de los refugiados.
Siria, desde 2011, es escenario de una crisis integral, producto del terrorismo apoyado directamente por ciertos países árabes, Estados Unidos e Israel. El Gobierno de Damasco ha denunciado en reiteradas ocasiones las sanciones crueles que impiden el acceso a sus fuentes estancadas en países extranjeros, así como la falta de ayuda internacional para reconstruir el país azotado por la guerra.
mgh/ncl/mrg