En una reunión celebrada el jueves, el mandatario sirio, tras recibir el juramento de Faisal al-Miqdad como su nuevo canciller, subrayó el importante papel que desempeña el Ministerio de Asuntos Exteriores del país árabe.
“La Cancillería siria tiene un papel significativo en los asuntos del país, sea enfrentando la guerra política y diplomática o refutando las campañas de distorsión y desinformación que enfrenta Siria, así como en el fortalecimiento de las relaciones con países aliados y en la apertura de nuevas perspectivas de cooperación en diversos campos”, precisó el mandatario sirio.
Al-Asad también puntualizó la importancia de los esfuerzos de la Cancillería y el resto de instituciones estatales sirias, en coordinación con los países amigos, para acelerar el regreso de los refugiados sirios y crear las condiciones adecuadas en sus ciudades y pueblos.
Al-Miqdad pasa de vicecanciller a ocupar el puesto de Walid al-Moalem, quien falleció el pasado 16 de noviembre a la edad de 79 años, tras ostentar el máximo cargo diplomático del país árabe desde 2006, convirtiéndose así en la imagen internacional del Gobierno de Damasco desde que comenzó la crisis siria en 2011, provocada por los terroristas.
Al-Moalem, además, era un gran crítico de la intervención de Estados Unidos y sus aliados occidentales en la guerra contra Siria. De hecho, denunció a Washington como “el actor principal” en el conflicto sirio y lo culpó de apoyar el terrorismo.
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