Conforme ha reportado este martes la agencia oficial siria de noticias, SANA, decenas de vehículos y camiones estadounidenses entraron “de forma ilegal”, la noche del lunes, al territorio sirio, procedentes de Irak, a través del cruce fronterizo de Al-Walid, “en una nueva violación de las leyes y normas internacionales”.
Un corresponsal citado por el medio sirio ha detallado que esta caravana militar incluía camiones cargados de materiales logísticos y armas, además de transportadores, camiones cisterna y vehículos blindados multipropósitos Humvees.
De acuerdo con fuentes locales, el aludido convoy, una vez ingresó a suelo sirio, se dirigió directamente hacia al distrito de Tel Hamis, en la zona sur de la ciudad de Qamishli, en la provincia de Al-Hasaka, donde EE.UU. ha establecido varias bases militares.
A pesar del rechazo del Gobierno y el pueblo sirios a la ilegal presencia de EE.UU. en su país, en los últimos meses Washington ha concentrado sus tropas y bases militares en el este y noreste de Siria bajo el pretexto de “proteger” los pozos de petróleo de los grupos terroristas.
Estas zonas, precisamente prósperas en hidrocarburos, han sido recientemente escenario de una escalada provocada por EE.UU., cuyas tropas se han medido en varias ocasiones con las fuerzas sirias y rusas.
Siria, que no ha autorizado la presencia militar estadounidense en su territorio, denuncia que EE.UU. está “saqueando” su petróleo. Al respecto, Moscú ha revelado, mediante imágenes satelitales, la implicación de Washington en el contrabando del oro negro del país levantino.
Ante tal escenario, el presidente sirio, Bashar al-Asad, ha asegurado reiteradamente que, una vez se produzca la liberación de la provincia noroccidental de Idlib, considerada el último bastión de los terroristas en el noroeste de Siria, el Ejército de Damasco acabará con la ocupación estadounidense.
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