“Instamos a Estados Unidos, cuyas unidades militares están emplazadas ilegalmente en Siria, a abandonar el país”, reza una declaración conjunta del organismo conjunto de coordinación militar interministerial ruso-sirio emitida este miércoles.
En el documento se denuncia que la agrupación de fuerzas estadounidenses desplegada en la región de Al-Tanf, en el extremo suroriental de la provincia siria de Homs, obstaculiza la salida de desplazados presentes en esa localidad y, especialmente, en el campamento de Rukban.
Este campamento, que acoge a unas 50 000 personas, está dentro de la llamada “zona de desescalada” que EE.UU. ha creado de forma unilateral cerca de Al-Tanf, donde Washington mantiene una base militar en territorio ocupado sin permiso de Damasco.
La declaración sirio-rusa condena también que la autoridad militar norteamericana propaga información falsa “sobre la imposibilidad de abandonar el campamento” y “rumores de que en territorio controlado por el Gobierno sirio (a los desplazados) los espera la ruina, el reclutamiento militar forzoso y arrestos”.
Instamos a Estados Unidos, cuyas unidades militares están emplazadas ilegalmente en Siria, a abandonar el país”, reza una declaración conjunta del organismo conjunto de coordinación militar interministerial ruso-sirio .
Los dos países anuncian también que formarán a partir de este viernes 1 de marzo convoyes humanitarios para el “regreso voluntario y sin impedimentos” de los residentes en el campamento de Rukban a sus lugares de residencia permanentes en los suburbios de Damasco (la capital siria), Homs, Al-Raqa y Alepo.
Asimismo, sostienen que el envío de los convoyes a la zona “ocupada ilícitamente por Estados Unidos alrededor de Al-Tanf” se llevará a cabo en coordinación con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los militares y diplomáticos rusos han denunciado en reiteradas ocasiones que entre los refugiados en el campamento de Rukban, ubicado en la frontera sirio-jordana (sureste del territorio sirio) hay camuflados miembros de diversos grupos terroristas.
Las autoridades sirias, por su parte, acusan a las fuerzas norteamericanas de apoyar a los terroristas en la zona para prolongar la guerra en el país árabe.
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