El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valerii Zaluzhnyi, ha confirmado este jueves que Moscú ha ajustado sus tácticas en Ucrania y se ha adaptado al armamento suministrado por Occidente que utiliza Kiev, incluidos los sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS, por sus siglas en inglés), procedentes de Estados Unidos.
“Han ido a una distancia que HIMARS no puede alcanzar. Y no tenemos nada de mayor alcance”, ha explicado Zaluzhnyi, en una entrevista con la revista The Economist.
Además, ha lamentado los ataques con misiles lanzados por Moscú contra la infraestructura crítica de Ucrania, intensificados tras explosión ocurrida en el puente de Crimea. Ha indicado que los repetidos ataques de Rusia han llevado “al límite” el sistema de energía ucraniano.
Por otro lado, el jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania se ha referido a la movilización rusa de 300 000 reservistas y exsoldados y ha indicado que estas fuerzas, “tal vez no estén tan bien equipadas, pero aun así representan un problema” para Ucrania. “Calculamos que tienen una reserva de 1,2- 1,5 millones de personas”, ha agregado.
Rusia se prepara para nuevo intento de tomar Kiev
El jefe militar ucraniano también ha dicho que esperaba una nueva ofensiva rusa en el nuevo año. “Se están preparando al 100 %”, ha señalado Zaluzhnyi, explicado que un gran ataque ruso podría producirse “en febrero, en el mejor de los casos en marzo y, en el peor, a finales de enero”. Ha dicho que el ataque podría producirse en cualquier lugar, sea en el Donbás, en el sur, la ciudad de Dnipro o incluso Kiev.
De hecho, ha considerado que Rusia tiene en mira tomar Kiev (capital ucraniana). “Los rusos están preparando unos 200 000 soldados nuevos. No tengo ninguna duda de que harán otro intento en Kiev”, ha resaltado.
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