“Esta es una noticia muy dura que anuncia la posibilidad de nuevas confrontaciones entre activistas chiíes en Irak con Estados Unidos”, ha declarado este viernes el jefe del Comité de Asuntos Exteriores del Consejo de la Federación Rusa (el Senado) en alusión al asesinato del teniente general iraní, Qasem Soleimani.
Soleimani quien fue el comandante de las Fuerzas Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, y también el subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Mohandes, han sido asesinados la madrugada de esta misma jornada en un ataque aéreo de Estados Unidos contra el aeropuerto internacional de Bagdad, la capital de Irak.
En este sentido, ha destacado Kosachev que la muerte del general Soleimani es el peor escenario en la situación actual de la región, agregando que tal ataque traerá una venganza por parte de Irán contra EE.UU.
También ha advertido sobre la amenaza de una guerra en la región, subrayando que “es fácil comenzar una guerra, pero es muy difícil terminarla”.
El Gobierno de Rusia, también, un poco antes, ha condenado el ataque estadounidense en Irak, advirtiendo que el asesinato de Soleimani es “un paso aventurado que conducirá a un aumento de tensión en toda la región”.
El Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) ha confirmado que el presidente republicano, Donald Trump, dio la orden de “matar” al teniente general Soleimani, para “disuadir a Irán” y “proteger los intereses de Washington”.
El cobarde asesinato del notable general iraní ha desatado un aluvión de rechazos y condenas tanto dentro de Irán como entre otras figuras regionales e internacionales.
Irán por su parte ha denunciado en duros términos el asesinato de su héroe en la lucha antiterrorista. El Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, así como altos mandos del CGRI, han alertado a su vez a los “criminales” de EE.UU. que les espera una “dura venganza” por parte de la República Islámica.
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