“Creemos que ya hace tiempo existe la necesidad de una reunión del embajador Alexandr Yakovenko con el ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido para examinar todo el conjunto de las relaciones bilaterales, así como analizar el incidente de Salisbury”, ha explicado un portavoz de Kremlin.
El portavoz hacía alusión al supuesto envenenamiento del doble espía ruso Serguéi Skripal y de su hija Yulia el pasado 4 de marzo en la ciudad británica de Salisbury, y que ha provocado profundas tensiones diplomáticas entre Moscú y los países occidentales.
Por esta situación —se lamenta el portavoz de Kremlin— el nivel de relaciones entre Rusia y el Reino Unido es de momento “totalmente insatisfactorio”, y ha informado del envío de una nota personal a Johnson para poder esclarecer el incidente.
Creemos que ya hace tiempo existe la necesidad de una reunión del embajador Alexandr Yakovenko con el ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido para examinar todo el conjunto de las relaciones bilaterales, así como analizar el incidente de Salisbury”, declara un portavoz de Kremlin en alusión al supuesto envenenamiento del doble espía ruso Serguéi Skripal y de su hija Yulia en la ciudad británica de Salisbury.
“Esperamos que la parte británica dé una respuesta constructiva y que la reunión se organice lo más pronto posible”, explica el diplomático ruso, según la agencia oficial de noticias rusa RIA Novosti.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido ha confirmado que había recibido la solicitud, y una portavoz de la Cancillería británica asegura que “responderán a su debido tiempo”.
A mediados de marzo Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento del doble exespía, y como reacción el Reino Unido y otros 28 países, expulsaron a más de un centenar de diplomáticos rusos.Y evidentemente, el Kremlin respondió con una medida simétrica expulsando de su territorio al mismo número de diplomáticos extranjeros.
Rusia, que califica dichas acusaciones de carentes de sentido e irreales, señala que el supuesto envenenamiento de Skripal podría haber interesado de algún modo al Gobierno del Reino Unido.
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