“Consideramos inadmisible aprovechar la supuesta amenaza nuclear norcoreana para (…) traer a la región un gran número de nuevos tipos y sistemas de armamento, incluido el despliegue de nuevos sistemas de defensa antimisiles como elemento regional del futuro escudo antimisiles global de EE.UU.”, ha remarcado este jueves la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajarova.
En un encuentro con la prensa local, la diplomática rusa ha reafirmado la disposición de Moscú para colaborar “estrechamente” con todos los países interesados a fin de restaurar la paz y la estabilidad en la península coreana.
Consideramos inadmisible aprovechar la supuesta amenaza nuclear norcoreana para (…) traer a la región un gran número de nuevos tipos y sistemas de armamento, incluido el despliegue de nuevos sistemas de defensa antimisiles como elemento regional del futuro escudo antimisiles global de EE.UU.”, ha remarcado la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajarova.
Por otro lado, ha recalcado que Pyongyang adoptará una postura “responsable” y cumplirá sus obligaciones contraídas por su membrecía en la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La tensión en la península de Corea se volvió a disparar tras la cuarta prueba nuclear en enero pasado y el lanzamiento un mes después de un satélite a bordo de un misil espacial balístico por Pyongyang, y las posteriores maniobras militares conjuntas de Seúl y Washington.
Alegando la amenaza nuclear norcoreana, Washington y Seúl han acordado desplegar en suelo surcoreano el sistema estadounidense de Defensa del Área de Gran Altitud Terminal (THAAD), capaz de interceptar y derribar misiles de corto y medio alcance.
Rusia y China han alzado la voz en contra de la militarización de la zona y el despliegue del sistema THAAD, una acción que impulsaría una “carrera armamentística” en la región.
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