El canciller iraní ha subrayado la importancia del desarrollo del programa nuclear del país en el marco del derecho internacional y de organismos que salvaguardan este ámbito.
“Los informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) han confirmado repetidamente que no se ha observado ninguna desviación hacia actividades militares en el programa nuclear pacífico de Irán”, ha recordado este jueves.
No obstante, tras las exigencias de detener el programa nuclear pacífico de Irán y después de los ataques conjuntos israelí-estadounidenses del 13 al 25 de junio contra las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz y Isfahán, que solo buscan satisfacer las necesidades energéticas, médicas, farmacéuticas y agrícolas del pueblo iraní, se produjo un giro copernicano. “Estamos en condiciones de exigir una compensación por esa acción”, ha puntualizado el jefe de la Diplomacia iraní.
“Este programa, que está constantemente bajo la supervisión de la AIEA y se ha mantenido dentro del marco del derecho internacional, no se compone simplemente de edificios y equipos; la voluntad de una nación que ha alcanzado la cima del conocimiento no puede ser destruida”, ha expresado denotando que los ataques de los enemigos jamás podrán destruir los esfuerzos y conocimientos de los científicos iraníes, muchos de los cuales han muerto en “ataques cobardes” del régimen israelí.
Araqchi ha reivindicado también el principio de enriquecimiento de uranio como un derecho y una necesidad del país, sobre todo, ante la transparencia y la cooperación de la República Islámica respecto a sus actividades nucleares pacíficas.
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Sobre la posibilidad de que Teherán considere salir del Tratado de No Proliferación (TNP) tras la inaplicación de este mecanismo en el caso de Irán y el sesgo de la AIEA, Araqchi ha despejado las dudas.
“Aún no tenemos esa intención. Incluso en circunstancias difíciles de sanciones, asesinatos de nuestros científicos y operaciones de sabotaje, hemos demostrado nuestro compromiso con el TNP. Además, creemos que el cumplimiento de las disposiciones de este tratado no debe ser unilateral”, ha dicho.
Sin embargo, el titular persa ha lamentado el doble rasero hacia la República Islámica de Irán.
“Lo verdaderamente irreparable es el golpe asestado al régimen de no proliferación nuclear. El ataque a las instalaciones nucleares bajo la supervisión de la AIEA y el silencio de los países occidentales ante ello no solo constituye una violación del derecho internacional, sino también un claro ataque al régimen de no proliferación nuclear”, ha remachado, al tiempo que ha aseverado que se produjeron graves daños en las instalaciones atacadas por EE.UU. que se están evaluando.
Además, el canciller iraní ha evocado la fatwa del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, sobre la prohibición del uso de la energía nuclear para fines militares.
“Estamos enriqueciendo uranio con base en nuestros derechos bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear y siempre hemos dicho que no tenemos objetivos militares. Incluso ahora, después de ser atacados, no nos hemos desviado de nuestra política oficial de no adquirir armas nucleares; una política basada en fatwas religiosas que considera la producción, acumulación y uso de armas de destrucción masiva inhumanas y antislámicas”, ha precisado.
Al reiterar que el principio del enriquecimiento es tanto un derecho como una necesidad para Irán, Araqchi ha indicado que los detalles de este enriquecimiento pueden negociarse en el marco de un acuerdo equilibrado, bilateral y garantizado.
ctl
