“La Asamblea Consultiva Islámica, con una evaluación precisa de la situación y un seguimiento continuo de la misma, advierte que, sobre la base de la evidencia sólida disponible, no hay confianza en los Estados Unidos y el actual proceso de negociaciones, y que Estados Unidos, en plena coordinación con el criminal régimen sionista y bajo la influencia de las insinuaciones de su primer ministro criminal e infanticida, está tratando de convertir las negociaciones en una trampa estratégica para Irán, lo que requiere una gran vigilancia y una respuesta decisiva del equipo negociador y del respetado gobierno”, han señalado los parlamentarios iraníes en un comunicado emitido este martes.
La nota precisa que los informes disponibles sobre las negociaciones indican que “Estados Unidos no está en absoluto comprometido seriamente con las negociaciones. Su objetivo es imponer su voluntad y ejercer presión, adoptando posiciones insultantes y totalmente contrarias a los derechos legítimos del pueblo iraní”.
El Parlamento de Irán ha enfatizado que los derechos legítimos del pueblo iraní, según el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), no son negociables en ningún caso.
En este sentido, ha proseguido que cualquier propuesta que infrinja dichos derechos debe ser rechazada en general. “Además, según la Ley de Acción Estratégica, solo se aceptará una propuesta que tenga como objetivo la obtención de beneficios económicos para el pueblo iraní mediante la eliminación total de las sanciones”, se lee en el texto.
Asimismo, señala que existe una coordinación clara entre Estados Unidos y el régimen de Israel en las presiones contra Irán, y advierte sobre las consecuencias de cualquier resolución del Consejo de Gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) que afecte negativamente el proceso de negociaciones indirectas con EE.UU.
Finalmente, el Parlamento iraní ha expresado su apoyo al equipo negociador y solicita a las autoridades que no cedan en los derechos nucleares fundamentales de Irán, incluidos el enriquecimiento de uranio para diversas aplicaciones estratégicas como la generación de electricidad, la producción de medicamentos y la mejora de la agricultura.
Irán y EE.UU. han llevado a cabo cinco rondas de discusiones indirectas desde abril con el objetivo de alcanzar un acuerdo que garantice el carácter pacífico del programa nuclear iraní y el levantamiento de las sanciones impuestas unilateral e ilegalmente por Washington a la nación iraní.
El lunes, el portavoz de la Cancillería de Irán, Esmail Baqai, anunció que la próxima ronda de las negociaciones indirectas con Estados Unidos, mediadas por Omán, se celebrará el domingo en Mascate, capital omaní.
Las negociaciones se caracterizaron por repetidos cambios en la postura de Washington y el consecuente rechazo de Teherán de las declaraciones “contradictorias” de la parte estadounidense.
Mientras EE.UU. insiste en el enriquecimiento cero, Irán ve esta exigencia fuera de la mesa de diálogo y lo defiende como una línea roja, al constituir la columna vertebral de su programa nuclear pacífico y un derecho inalienable garantizado por el TNP.
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