El miércoles pasado, fuentes cercanas a la Casa Blanca informaron que el presidente estadounidense, Donald Trump, tendría previsto anunciar el cambio de nombre del Golfo Pérsico la próxima semana durante su visita oficial a Arabia Saudí.
La publicación de esta noticia provocó reacciones generalizadas y condenas en Irán, lo que llevó a varios medios e instituciones a examinar documentos históricos sobre el Golfo Pérsico. El periódico estadounidense New York Times ha escrito al respecto este domingo que esta masa de agua turquesa se conoce como Golfo Pérsico, al menos desde el año 550 a. C., cuando la dinastía persa de Ciro gobernaba un imperio que se extendía desde la India hasta los confines de Europa Occidental. La antigua Persia es ahora el actual Irán, y toda su costa sur se extiende a lo largo del Golfo Pérsico.
“Los gobiernos iraníes han defendido firmemente el Golfo Pérsico como el único nombre legítimo, al igual que los iraníes tanto dentro como fuera del país, que consideran este nombre una parte esencial de su identidad nacional y cultural”, añade el diario afirmando que “con su propuesta de cambiar el nombre, Trump logró algo con sorprendente facilidad: demostrar la unidad de los iraníes más allá de divisiones políticas, ideológicas o religiosas. A través de comunicados y publicaciones en redes sociales, condenaron unánimemente la idea de Trump”.
El informe remarca que Trump tiene la autoridad de ordenar cambios en los nombres geográficos utilizados en Estados Unidos, pero otros países no están obligados a respetar estos cambios.
De hecho, Trump emitió previamente una orden ejecutiva para actualizar el sistema de información de nombres geográficos del gobierno de Estados Unidos, cambiando todas las referencias al Golfo de México por el Golfo de América.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, anunció previamente que su gobierno presentó una queja contra Google por cumplir con la orden de Trump.
Actualmente, la Junta de Nombres Geográficos de Estados Unidos exige el uso del término Golfo Pérsico para el comercio oficial de Estados Unidos.
A nivel mundial, la Organización Hidrográfica Internacional trabaja para estandarizar y delinear los límites marítimos. Sin embargo, la organización declaró al New York Times este año que no existe un acuerdo o protocolo internacional oficial para la denominación de las regiones marítimas.
Reacciones iraníes a las afirmaciones sobre el Golfo Pérsico
Touraj Daryaee, historiador y director del Centro de Estudios Persas en la Universidad de California-Irvine, declaró que “esto va más allá de la política, más allá de las diferencias religiosas e ideológicas. Se trata de la nación y su historia, y ha sido claramente entendido así. ¿Acaso Trump quiere negociar con Irán o pretende borrar su identidad nacional?”, preguntó.
Enfatizó que, desde tiempos antiguos, los iraníes se refieren a su país como ‘agua y tierra’. Dos masas de agua: el Golfo Pérsico al sur y el Mar Caspio al norte, están profundamente entrelazadas en la sangre de los iraníes como símbolos de su identidad nacional.
Ahmad Zeidabadi, analista político en Teherán, también en una publicación en X (antes Twitter) escribió que “solo por los caprichos y deseos de Trump, el Golfo de México no se convertirá en ‘Golfo de Estados Unidos’, Canadá no se anexará a Estados Unidos, Groenlandia no pasará a ser propiedad de EE.UU., y el Golfo Pérsico no adoptará un nombre falso”.
El equipo nacional de fútbol de Irán también reaccionó publicando un mapa del Golfo Pérsico con el popular hashtag #ForeverPersianGulf en su cuenta oficial de Instagram.
Incluso las figuras opositoras iraníes expresaron su descontento.
El New York Times ha destacado que el nombre Golfo Pérsico se ha utilizado a lo largo de la historia en mapas, documentos y diplomacia, desde la época de los antiguos persas, cuyo imperio dominaba la región, hasta los griegos y los británicos.
Las Naciones Unidas utilizan el término Golfo Pérsico; en 2006, un grupo de trabajo de la ONU llegó a un consenso sobre este término basándose en documentos históricos.
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