En marzo, Irán y Arabia Saudí anunciaron el restablecimiento de relaciones diplomáticas tras siete años.
A finales de mayo, el sultán de Omán viajó a Irán, en un intento para desempeñar el papel del mediador entre Irán y el grupo 4+1.
Irán, además, intentó encontrar nuevos socios en el comercio exterior.
El segundo paso, era la adhesión a BRICS. Su integración se activará desde el inicio de 2024.
América Latina ya se está convirtiendo en un socio económico para Irán, aparte de las posturas políticas que comparten como el multilateralismo en el escenario internacional. El presidente de Irán viajó en junio a Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Mientras tanto, el viaje del presidente de Cuba en diciembre a Teherán, se consideró como un acto complementario al desarrollo de las relaciones bilaterales.
2023 para Irán no fue sólo un año de avance político en las relaciones bilaterales, el país persa se esforzó mucho para ser un actor influyente en los acontecimientos internacionales, el más reciente, en la agresión de Israel contra la Franja de Gaza.
Las autoridades iraníes reuniéndose con los dirigentes regionales y participando en foros internacionales de derechos humanos trataron de poner fin a la guerra israelí contra los palestinos, iniciado el pasado 7 de octubre.
La política exterior de Irán en 2023 pone de manifiesto el dinamismo del país en el desarrollo de las relaciones, así como su capacidad como actor decisivo en los avatares regionales, en pro de la paz y seguridad en la zona.
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