El representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Amir Said Iravani, condenó el lunes las declaraciones del ministro de Estado británico para las Naciones Unidas, Lord (Tariq) Ahmad, hechas el pasado 29 de noviembre durante una reunión del Consejo de Seguridad del organismo mundial, en las que acusó a la República Islámica de “desestabilizar la región” por apoyar a “sus representantes y socios en la región, incluidos HAMAS, Hezbolá y la Yihad Islámica Palestina”.
Mediante cartas remitidas al secretario general de la ONU, António Guterres, y al presidente pro témpore del Consejo de Seguridad, Iravani denunció que el diplomático británico ignoró las políticas desestabilizadoras y responsabilidad histórica de su país ante la situación actual vivida en Asia Occidental, sobre todo en la Franja de Gaza.
“Sin duda, el Reino Unido ha desempeñado un papel central en el sufrimiento a largo plazo del pueblo palestino. Las siniestras raíces de esta terrible catástrofe se remontan a la Declaración Balfour, que marcó el comienzo de casi un siglo de sufrimiento para los palestinos”, dijo el diplomático persa.
Enfatizó que “el apoyo continuo e inquebrantable del Reino Unido a los crímenes y agresiones genocidas de Israel contra el pueblo palestino y los Estados de la zona disminuye considerablemente la autoridad moral de este país para juzgar las políticas e intenciones de otros”.
El Reino Unido tiene lucrativos acuerdos de suministro a la fuerza aérea israelí, según la Campaña contra el Comercio de Armas (CAAT), y pese a los llamados internacionales a detener la venta de armas a Israel, Londres sigue apoyando política y militarmente la campaña de ataques israelíes a Gaza.
Pese a los intentos de Washington y Londres para vincular la operación sorpresa del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) lanzada el 7 de octubre contra Israel a Irán, el país persa ha asegurado que el operativo fue una decisión tomada únicamente por la Resistencia palestina.
Las ofensivas indiscriminadas de Israel contra Gaza, iniciadas desde el 7 de octubre, se han cobrado casi 16 000 vidas civiles en el enclave costero y 42 000 han sufrido lesiones de diversa gravedad.
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