“Los comentarios sensacionalistas y las acusaciones indocumentadas no ayudan a resolver la crisis de Ucrania”, así ha respondido este jueves el portavoz de la Cancillería de Irán, Naser Kanani, al canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, quien repitió el miércoles las acusaciones contra Teherán sobre el suministro de armas a Rusia amenazando, incluso, con una respuesta despiadada.
El portavoz iraní ha enfatizado la posición de “neutralidad activa” de su país ante el conflicto entre Ucrania y Rusia, además de aconsejar a los funcionarios ucranianos que sean realistas.
“Es mejor que los funcionarios de ese país presten atención a las propuestas constructivas de la República Islámica de Irán sobre la realización de reuniones técnicas y profesionales bilaterales en las que presenten sus pruebas, en lugar de recurrir a proyecciones y acusaciones inútiles”, ha subrayado.
Kanani se ha referido a los esfuerzos diplomáticos de Irán destinados a encontrar una solución pacífica a la crisis de Ucrania, y una vez más ha rechazado el envío de cualquier arma o equipo para ser usado en combate.
También ha anunciado la disposición de Teherán para contribuir al establecimiento de la paz y el cese de los enfrentamientos Ucrania-Rusia.
Algunos aliados occidentales de Ucrania, con Estados Unidos, Francia y Alemania a la cabeza, han intentado en las últimas semanas sentar a la República Islámica en el banquillo de los acusados para increparle, sin pruebas, del suministro de armas, incluidos drones, a Rusia para atacar a su vecino.
Teherán tacha estas acusaciones de guerra psicológica y una campaña de desinformación montadas por Occidente. Moscú, por su parte, ve detrás de todas esas retóricas nuevos intentos de los países occidentales por presionar a Irán.
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