“Hemos dejado el camino abierto para Arabia Saudí, cuando decida normalizar sus relaciones diplomáticas con Irán, saludamos la reapertura de nuestras embajadas y la vuelta a la normalidad de nuestras relaciones, e incluso el desarrollo de las mismas”, ha afirmado este lunes Hosein Amir Abdolahian.
En unas declaraciones vertidas durante la ceremonia de clausura de la Conferencia Nacional sobre Irán y los países vecinos, el ministro iraní de Asuntos Exteriores también ha destacado la importancia de las relaciones del país persa con sus vecinos.
La semana pasada, la Cancillería iraní anunció que tres diplomáticos iraníes llegaron a la ciudad saudí de Yida para reanudar su trabajo en la Organización de Cooperación Islámica (OCI) tras seis años de ruptura de lazos con Riad.
Tras manifestar su gratitud por la medida, Amir Abdolahian ha dicho que ahora le toca a Arabia Saudí decidir cuándo las partes reabren sus embajadas.
“Damos la bienvenida a la nueva ronda de conversaciones bilaterales, y también nos gustaría señalar que las conversaciones largas no requieren solo el regreso a la normalidad, sino que la toma de decisiones políticas es una necesidad. Nosotros, en el nuevo Gobierno, hemos decidido que Arabia Saudí puede tomar las medidas necesarias para restablecer las relaciones con Irán cuando lo quiera”, ha remarcado.
Mejorar relaciones con vecinos, prioridad clave de Irán
Conforme al jefe de la diplomacia iraní, una de las prioridades del Gobierno persa es desarrollar y mejorar sus relaciones diplomáticas con sus vecinos y aprovechar todas sus capacidades al respecto.
“Mejorar las relaciones con los vecinos es una prioridad clave en las iniciativas del país. Por diversas razones, esta importante prioridad y enorme capacidad no ha sido aprovechada plenamente hasta el momento (…) Una de las principales prioridades del nuevo Gobierno, desde sus primeros días de comienzo, ha sido priorizar la cooperación y la interacción con los vecinos”, ha precisado.
Para Amir Abdolahian, uno de los desafíos más importantes para Irán es seguir una política de vecindad sin la presencia de países ajenos a la región que buscan desestabilizar Asia Occidental, por lo que, ha insistido, la política básica de seguridad de Irán a medio y largo plazo puede paliar este desafío si logra presentar su política con claridad.
Finalmente, ha dejado claro que la República Islámica y los países vecinos determinan las prioridades de su asociación de seguridad en un mecanismo conjunto, por lo que la Cancillería iraní cerrará las brechas políticas abriendo la puerta al diálogo a la sombra de las interacciones culturales, económicas y comerciales basadas en una política exterior equilibrada y una diplomacia dinámica.
Arabia Saudí rompió relaciones diplomáticas con Irán en enero de 2016, tras protestas frente a las representaciones diplomáticas saudíes en Teherán (capital iraní) y Mashad (noreste del país persa) contra la ejecución del prominente clérigo chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr por Riad.
Desde principios de abril, se han llevado a cabo diálogos en Bagdad, capital iraquí, a fin de reducir la tensión entre las dos potencias regionales.
Hace dos semanas, el portavoz de la Cancillería persa, Said Jatibzade, confirmó que Irán y Arabia Saudí mantendrán una nueva ronda de conversaciones en Irak para intentar limar asperezas, sin anunciar una fecha concreta para estos contactos. Pese a las disputas con Riad, Teherán continuará con los contactos para intentar lograr unas “relaciones estables”, agregó.
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