En reacción a los recientes movimientos de los terroristas en las áreas fronterizas del noroeste del país persa, el alto comandante del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de brigada Mohamad Pakpur, ha urgido este lunes al gobierno regional del Kurdistán iraquí a no permitir que las bandas extremistas utilicen Irak para llevar a cabo actividades desestabilizadoras contra Irán.
El general Pakpur ha insistido en que, a pesar de las repetidas alertas de la República Islámica a las autoridades kurdas, los terroristas siguen incitando a la inseguridad en dichas zonas.
Recalcando que las autoridades iraquíes deben obstaculizar a los grupos ultraviolentos establecer bastiones, el comandante persa ha hecho hincapié en que Irán considerará cualquier negligencia a este respecto, contraria a las normas de buena vecindad entre los dos países.
De manera igual, ha asegurado que Irán tomará represalias contra los terroristas que ciernen peligro sobre la seguridad de los habitantes iraníes en las fronteras.
“Durante muchos años, los grupos terroristas y contrarrevolucionarios, afiliados a la arrogancia global y los servicios de espionaje extranjeros, han estado utilizando el norte de Irak para socavar la seguridad y la paz de las zonas fronterizas de la República Islámica y acosar a los habitantes de estas regiones. En vista de la situación, Irán ve la posibilidad de [dar] una respuesta firme y aplastante a los grupos terroristas, patrocinados por los enemigos jurados del Islam y de Irán, escondidos en esos territorios, y solicitamos a los habitantes de esa región que se distancien de las bases de los terroristas para que no sufran ningún daño”, ha sentenciado.
En el Kurdistán iraquí pululan grupos terroristas antiraníes como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y su filial, el Partido para una Vida Libre en el Kurdistán (PJAK, en kurdo), que están activos en Irak y Turquía, para lanzar ataques ocasionales contra la frontera iraní. Los ataques se han enfrentado invariablemente con respuestas aplastantes de los guardias fronterizos iraníes y otras unidades militares desplegadas en esas áreas.
En septiembre de 2018, la fuerza aeroespacial del CGRI de Irán bombardeó con siete misiles una congregación terrorista en la región del Kurdistán iraquí, desde donde los extremistas tramaban complots y ataques contra el país persa. Decenas de cabecillas extremistas murieron, según un comunicado emitido el domingo por este cuerpo militar de élite iraní.
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