El presidente de Irán, Hasan Rohani, ha destacado este jueves que “el enemigo, sin duda, debe haber sufrido los [efectos colaterales] de este brutal asesinato y no le queda duda alguna que el pueblo de Irán, incluido su colectivo más joven, así como, las otras naciones de la región [de Asia Occidental], mostrarán mayor resistencia y esperanza en dirección hacia la independencia de los países de la región”.
El dirigente persa de este modo aludía al fatal desenlace que sucedió en la madrugada del 3 de enero de 2020, cuando el comandante de la Fuerza Quds, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y el subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y algunos de sus compañeros fueron asesinados en un ataque aéreo de tropas de EE.UU., en Bagdad, capital iraquí.
De inmediato, el pueblo de Irak denunció que Estados Unidos, al cometer ese acto terrorista, violó la soberanía del país árabe, y se movilizó para exigir el fin a la larga presencia de las fuerzas ocupantes de EE.UU. en Irak, donde entraron en 2003 bajo pretexto de luchar contra grupos terroristas tras el derrocamiento del dictador Sadam Husein.
Al respecto, el mandatario iraní ha precisado que todos los pueblos de la región saben bien que no se puede garantizar la seguridad y estabilidad en la zona mientras los estadounidenses sigan ocupando Irak u otros países de Asia Occidental.
La región no recuperará la seguridad y la estabilidad deseada por todos, hasta que, entre todas las naciones de Asia Occidental, se “corten las manos criminales y agresoras” de EE.UU., ha puntualizado Rohani.
El asesinado estratega militar Soleimani, ha proseguido el jefe de Gobierno, no dudó ni un instante en cumplir con su deber “nacional, religioso y revolucionario”, como un miembro castrense para liderar el Eje de la Resistencia con el propósito de garantizar la seguridad de los sectores más vulnerables de las naciones que son objeto del terrorismo, patrocinado por EE.UU. y sus títeres regionales.
“Soleimani siempre estaba al pie de cañón en el campo de batalla contra los enemigos. Siempre marcaba un objetivo en la lucha y siempre lograba salir victorioso”, ha resaltado el dignatario persa.
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