El jueves, dos aviones estadounidenses F-15 se acercaron peligrosamente a un avión civil, modelo Airbus A310 de la aerolínea Mahan Air, mientras este sobrevolaba la región siria de Al-Tanf rumbo a Beirut (capital libanesa). El incidente dejó varios heridos entre los pasajeros.
Lo que el Comando Central de Estados Unidos (Centcom) ha definido como una “inspección visual” y una “misión rutina”, resultó ser un horror para los pasajeros, han dicho a la cadena rusa de noticias RT Adam Hazima y Ferial al-Ali, una pareja libanesa que estuvo a bordo del avión.
Hubo “un gran (...) ataque aterrador, luego sentimos que el avión cambiaba el rumbo”, ha dicho Hazima que también ha recordado los gritos de miedo de los pasajeros que pensaron que el avión había sido golpeado. “Esperábamos ver humo o fuego para darnos cuenta de que estábamos a punto de morir”, ha agregado.
El joven libanés ha indicado que cuando descendió la altitud de Airbus A310, los pasajeros fueron arrojados al aire y los cinturones de seguridad se desconectaron.
Al-Ali, por su parte, ha descrito la situación recordando que “la gente gritaba fuertemente”. “Casi estás muriendo, pero no puedes hacer nada. Por ejemplo, ves a tu hijo sangrando, la gente tirada en el suelo, pero no puedes hacer otra cosa que rendirte”, ha dicho.
La mujer ha comparado lo ocurrido a “una larga película de terror que continúa afectando psicológicamente a todos los pasajeros”.
Nada más producirse el incidente, las autoridades iraníes lanzaron duras advertencias contra EE.UU., prometiendo no dejar sin respuesta todo “movimiento hostil” en su contra, además de perseguir el caso en las asambleas internacionales.
El canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, arremetió contra Washington por volver a arriesgar la vida de los civiles, alertó que el incidente podría haber terminado en una “catástrofe”, e instó a detener a las autoridades estadounidenses a los que describió como “los infractores de la legalidad”.
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