En un comunicado, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán confirmó haber lanzado el 7 de enero “fuertes ataques misilísticos” contra dos bases estadounidenses en Irak, en represalia por el asesinato del teniente general Qasem Soleimani por EE.UU.
Al respecto, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha señalado que “les propinaron tan solo una bofetada”, la venganza, sin embargo, “es otra cuestión”.
El ayatolá Jamenei ha añadido que medidas militares no es la verdadera respuesta que recibirán los estadounidenses. Lo que debe ocurrir es poner fin a “la presencia corrupta de EE.UU. en la región” del oeste de Asia, ha aseverado.
Al respecto, el presidente de Irán, Hasan Rohani, dejó en claro el sábado, que vengarán a Soleimani el día que EE.UU. se retire por completo y para siempre de la región del oeste de Asia, tal y como deseaba el mártir iraní.
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