“A miles de kilómetros de sus propias fronteras, Estados Unidos está causando derramamiento de sangre y destrucción contra el pueblo de Irak y Siria con el pretexto de defenderse a sí mismo”, ha criticado este lunes el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, durante una reunión con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov en Moscú (capital rusa).
Zarif ha considerado los últimos ataques aéreos de EE.UU. contra varias posiciones de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) —que forman parte de las Fuerzas Armadas iraquíes— en el oeste de Irak como un ejemplo de los esfuerzos de Washington destinados a intensificar las tensiones en la región.
De acuerdo con el ministro de Exteriores persa, al contrario de las medidas “belicistas” de Estados Unidos en la región, Irán y Rusia están buscando la paz en la zona.
En este sentido, Zarif ha hecho alusión a las “importantes propuestas” presentadas por Teherán y Moscú destinadas a calmar las tensiones regionales, incluidas la “Iniciativa de Paz de Ormuz”, presentada por el presidente iraní, Hasan Rohani, y la iniciativa del concepto de seguridad colectiva, elaborada por Moscú.
Ha mencionado también las maniobras navales conjuntas que llevaron a cabo en los últimos días las Armadas iraníes, rusas y chinas en el océano Índico y el mar de Omán como una muestra de los esfuerzos para reforzar la paz y la seguridad en la región del oeste de Asia.
La última agresión militar de Washington en Irak dejó el domingo al menos a 25 muertos y 51 heridos, lo que generó condenas de grupos y funcionarios dentro de Irak y en toda la región. Teherán ha calificado los ataques como “un claro ejemplo de terrorismo”.
Las fuerzas populares Al-Hashad Al-Shabi han desempeñado precisamente un rol determinante en la lucha contra el terrorismo y la derrota de la banda ultraviolenta EIIL (Daesh, en árabe), creada por varios países occidentales, en particular EE.UU.
En venganza por sus continuas victorias frente a los elementos extremistas, Washington anunció recientemente la aplicación de una serie de sanciones contra tres líderes de las fuerzas populares de Irak que han sido bastante activos en la lucha antiterrorista de Bagdad.
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