El jefe de la Diplomacia persa ha realizado tal solicitud este sábado en una reunión en Teherán, capital persa, con Muhamad Abdel Salam, portavoz del movimiento popular yemení Ansarolá.
En la cita, el jefe de la diplomacia persa ha lamentado las duras condiciones en que viven los yemeníes debido a la agresión de casi cinco años de Arabia Saudí y de sus aliados contra Yemen y al férreo cerco al que someten a ese país, y exige por tanto que pongan fin a sus constantes bombardeos y ataques, que ya han dejado más de 140 000 yemeníes muertos y heridos, según anunció en agosto el ministro yemení de Salud, el doctor Taha al-Mutavake.
También ha insistido en que la vía política es la única solución posible para zanjar la crisis de Yemen y ha reiterado el apoyo de la República Islámica a un alto el fuego y a un diálogo yemení-yemení. Teherán, añade, está dispuesto a enviar ayudas humanitarias a Yemen.
A su vez, el vocero de Ansarolá, tras agradecer el apoyo de Irán a la nación yemení, ha entregado un informe sobre los últimos avatares en su país. También ha hecho partícipe al máximo diplomático iraní de los planes de Yemen para solventar la crisis.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) denuncia, y no es la primera vez, que la agresión y el bloqueo de Riad han provocado la peor situación humanitaria del mundo en Yemen, al punto de que actualmente más de 24 millones de yemeníes —más del 80 % de la población— necesitan urgentemente ayuda humanitaria.
En esta misma línea, el organismo mundial advirtió este mismo octubre que, de continuar la agresión saudí a Yemen hasta 2022, ese país pasará de ser el más pobre del mundo árabe al más pobre del mundo entero.
Pese a tales advertencias, el régimen saudí y sus aliados dentro de la llamada coalición han lanzado nuevos ataques contra una caravana de ayuda humanitaria en la provincia de Al-Hudayda, sita en el oeste de Yemen.
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