La ciudad rosa de Sochi fue anfitriona de otra cumbre de los tres países garantes de paz en Siria, Rusia, Irán y Turquía. La cumbre busca un arreglo a largo plazo para la crisis en Siria y un futuro mejor para el país árabe.
El porvenir de Siria, según el presidente de Irán, Hasan Rohani, debe ser decidido por los propios sirios, y sin interferencia extranjera. Sin embargo, Rohani recalcó que el camino a seguir para que Siria esté libre de terrorismo y de la ocupación extranjera, es que esa nación sea independiente.
Rohani destacó que la cooperación entre Siria, Irán, Rusia y Turquía ha logrado sofocar, en gran parte, la llama de la guerra en el país árabe, y sustituir las armas con el diálogo entre las partes del conflicto.
Rohani afirmó que los terroristas no deben sentirse seguros ni en Siria, ni en ninguna parte del planeta y sostuvo que sus patrocinadores no deben imaginar que pueden beneficiarse de la intimidación que supone el terrorismo en las interacciones regionales e internacionales. De este modo, acusó directamente a EE.UU.
EE.UU. y su presencia en Siria, también fue tema de discusión en la rueda de prensa posterior. El mandatario ruso, Vladimir Putin, Rohani y el dignatario turco, Recep Tayyip Erdogan, expresaron sus dudas sobre la salida de las tropas estadounidenses de Siria, anunciada por su presidente, Donald Trump.
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