El censo de 1977 indica que solo el 47,2 % de los iraníes sabía leer y escribir y los hombres estaban un 23,8 % más de alfabetizados que las mujeres. Los aldeanos sufrían un analfabetismo abyecto tal que registraban un 35 % más de analfabetos que los núcleos urbanos.
Todo esto fue en un momento en el que la población de Irán se situaba en 33 millones de habitantes y su Shah mantenía las mejores relaciones en la historia de Irán con las potencias mundiales, como Estados Unidos y Gran Bretaña.
Después de la Revolución Islámica, en diciembre de 1979, el ayatolá Jomeini ordenó la formación de la Organización del Movimiento de Alfabetización de Irán. La pasión revolucionaria de la gente, unido a la cooperación de las nuevas instituciones, permitió que un gran número de personas se alfabetizasen.
Las estadísticas hablan por sí mismas; según el censo de 2016, el 94,7 % de los iraníes sabe leer y escribir. Los hombres están tan solo un 7 % más alfabetizados que las mujeres y el porcentaje de alfabetización de las personas que viven en áreas urbanas, en comparación con las rurales, ha disminuido al 12 %. El número de estudiantes iraníes ha aumentado de alrededor de 170 000 a más de 4 millones.
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