Reunidos este domingo en el puerto kazajo de Aktau, los mandatarios de estos cinco países que bordean el mar Caspio, han rubricado este documento importante tras más de dos décadas de discusiones, lo cual otorga un estatus jurídico a esta extensión marina tras la disolución de la Unión Soviética.
La Convención mantiene el Caspio como una zona compartida, pero divide los fondos marinos y los recursos submarinos entre los cinco Estados.
El histórico acuerdo establece también reglas para la navegación, la pesca, la investigación científica y el tendido de oleoductos. Los cinco países se han comprometido con proteger el medio ambiente y evitar la contaminación marina a la hora de realizar proyectos marinos a gran escala.
Conforme al documento, elaborado en 25 artículos, los cinco Estados se comprometen a respetar la soberanía nacional, la integridad territorial, la independencia y la igualdad de sus vecinos marítimos y acuerdan abstenerse a usar la fuerza y no entrometerse en los asuntos internos de los demás.
Asimismo, los países ribereños del mar se ven obligados a utilizar las aguas del mar Caspio para objetivos exclusivamente pasivos y convertirlo en una zona pacífica.
El acuerdo prohíbe cualquier presencia de las fuerzas armadas de las potencias extrarregionales en el mar Caspio y deposita en Azerbaiyán, Irán, Kazajistán, Rusia y Turkmenistán la responsabilidad por el mantenimiento de la seguridad marítima y la gestión de sus recursos.
Al cierre del foro de la V Cumbre del Caspio, el presidente de Irán, Hasan Rohani, ha congratulado la suscripción de la Convención y ha asegurado que es un paso positivo hacia el desarrollo de las relaciones y cooperaciones constructivas entre los cinco países.
El jefe del Gobierno iraní ha dicho que el mar Caspio ya es “un ejemplo exitoso para asegurar la paz, la estabilidad y la buena vecindad en el mundo” y ha alabado la determinación de los Estados que rodean el mar Caspio para impulsar el multilateralismo y potenciar las cooperaciones económicas en la región.
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