El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Bahram Qasemi, ha alabado este domingo el respeto de las Fuerzas de Seguridad afganas y los miembros del grupo insurgente Talibán al alto el fuego parcial declarado, por separado, por ambas partes, y les ha pedido extenderlo.
El diplomático persa ha expresado su esperanza de que la continuación de la tregua prepare el terreno para abrir una nueva ronda de conversaciones de paz entre el Gobierno afgano y los talibanes, y preceda al restablecimiento de la estabilidad en Afganistán.
El presidente afgano, Ashraf Qani, anunció el sábado, por primera vez, un cese el fuego incondicional con los talibanes, pero excluyó a grupos terroristas como el EIIL (Daesh, en árabe) del mismo.
El mandatario afgano también indicó que 46 prisioneros talibanes habían sido liberados, una tendencia que iba “a proseguir”, según anunció, y pidió al grupo armado que ampliase su propia tregua de tres días, que terminó la noche del sábado.
La Unión Europea (UE) consideró “histórica” la iniciativa de Qani, y dijo que “es otro paso valiente para encaminar las negociaciones de paz”, recalcando que “el pueblo afgano merece una paz duradera”.
Los talibanes, no obstante, han rechazado la jornada de hoy los llamamientos de Kabul y la comunidad internacional para ampliar la tregua, y han anunciado que retomarán sus operaciones militares.
El grupo Talibán dice que lucha para expulsar a las fuerzas extranjeras de Afganistán. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y EE.UU., por su parte, no pretenden retirar a sus soldados del país centroasiático, y tampoco tienen voluntad alguna de combatir el terrorismo y restaurar la seguridad, circunstancias que han sumido a esta nación en el caos.
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