Cientos de miles de iraníes entusiasmados salieron el sábado a las calles de Teherán y otras ciudades del país para festejar la victoria contundente de Rohani en los comicios del pasado viernes con el 57,13 % de los votos.
Vestidos, mayormente de púrpura, color que caracteriza e identifica a Rohani y su trayectoria política, sus partidarios llevaban sus retratos, balones de ese mismo color y carteles en los que se leía las promesas electorales del presidente.
Coreando “¡Victoria!”, los aficionados de Rohani le pedían llevar a la práctica sus promesas electorales como emplear a los jóvenes en su administración, mejorar la situación económica, crear fuentes de trabajo, controlar la inflación, aumentar la interacción con el mundo y acabar con las sanciones antiraníes, entre otros.

Hasan Rohani logró ganar las XII presidenciales del país persa para el mandato de 2017-2021. Esta ronda de las elecciones presidenciales de Irán “marcaron historia” por el alto nivel de participación de los iraníes.
Según el viceministro del Interior, Ali Asqar Ahmadi, la participación en las doceavas elecciones presidenciales desde la Revolución Islámica (1979) superó el 70 %. En concreto llegó al 73,1 % y es una de las más altas de la historia republicana iraní.

Conforme a las estimaciones, ha podido atraer a más de siete de cada 10 votantes a las urnas. La afluencia aumentó en cuatro décimas porcentuales respecto a las presidenciales que ganó Rohani en 2013. Su renta de votos subió cinco millones respecto a entonces, hasta los 23.549.616.
Tras conocer el resultado de los comicios, Rohani escribió en su cuenta de Twitter que “me mantendré leal a las promesas que os he hecho (…) La gente ha rechazado la llamada de quienes querían devolvernos al pasado”.
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