El presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de Perú, Jorge Luis Salas Arenas, entregó el viernes la credencial presidencial al ganador de la segunda vuelta de las elecciones generales, el candidato por Perú Libre, Pedro Castillo, y a su vicepresidenta Dina Boluarte.
En el auditorio Los Incas, del Ministerio de Cultura, el nuevo mandatario aseguró que en su Gobierno “nadie se queda atrás y, por eso, estoy enormemente agradecido, y quiero decirles que me siento fortalecido y comprometido. Viva el pueblo peruano”.
Castillo hizo hincapié que ni él ni su Gabinete son comunistas, ni extremistas, ni mucho menos terroristas, mientras hizo un llamado a la unidad de todos los sectores para trabajar en beneficio del país.
Junto al pueblo peruano, trabajaremos para combatir la discriminación étnica, racial, socioeconómica, lingüística y de cualquier otra naturaleza. El Perú es un país diverso que merece cultivar el diálogo y la unidad para crecer.https://t.co/CUIr5u5CfU
— Pedro Castillo Terrones (@PedroCastilloTe) July 22, 2021
Por su parte, Arenas rechazó “absolutamente” que el sistema electoral haya experimentado un fraude, subrayando que la observación de los entes internacionales e imparciales certificaron que no hubo ningún evento de ese tipo.
“Lamentablemente se ha instalado en un sector de la ciudadanía el discurso del miedo y el fraude que se difundió coordinada y eficazmente y con ello se ha dañado la institucionalidad del país”, precisó Salas.
El JNE de Perú proclamó el lunes el triunfo de Castillo, un mes y medio después de los comicios del 6 de junio, luego que las acusaciones de fraude impulsadas por la candidata Keiko Fujimori fueron desechadas y tras el conteo del 100 % de votos, donde el izquierdista quedó primero con 50,1 %, por encima de Fujimori, quien obtuvo 49,8 %.
Castillo asumirá la Presidencia de Perú el 28 de julio, fecha en la que el país suramericano celebra sus 200 años de independencia, y tiene un reto enorme, como la toma de medidas urgentes para superar la pandemia del coronavirus, la recesión económica y la inestabilidad política, mientras enfrenta un Congreso fragmentado, la corrupción y la deficiente gestión pública.
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