Mientras tanto, miles de peruanos salen a las calles para protestar contra la candidatura de la derechista Keiko Fujimori, a quien consideran “una amenaza” para el país.
A unas dos semanas de la segunda vuelta electoral en Perú, el candidato izquierdista, Pedro Castillo, celebró una campaña en la ciudad de la Chincha. Prometió una dura lucha contra la corrupción y redactar una nueva constitución, que incluya las demandas socio democráticas del pueblo peruano.
La derechista Keiko Fujimori, por su parte, participó en un mitin en Chilca Huancayo, en Lima. Aseguró que sacará al país de la crisis política que actualmente vive, y se comprometió a combatir rotundamente la pandemia de la COVID-19.
Paralelamente, miles de personas se manifestaron en varias ciudades en rechazo a la candidata Fujimori, en marchas convocadas por grupos de derechos humanos y anticorrupción. Los indignados consideran el fujimorismo parte de una clase política corrupta, que ha marcado a fuego al país las últimas tres décadas.
Los peruanos votarán el domingo 6 de junio, entre el reformismo de Castillo y el continuismo de Fujimori. Castillo, que lidera las encuestas y que ganó la primera ronda con el 18,92 % de los votos, busca hacer reformas sociales, además de permitir la nacionalización de los recursos naturales. A su vez, Keiko apuesta por una economía libre y la inversión privada.
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