Una de las metas del Gobierno del presidente Martín Vizcarra es que para el 2021 la notable diversidad étnica, lingüística y cultural del Perú deje de ser sinónimo de brecha social y escasez de oportunidades para los 5 millones de personas que conforman los pueblos indígenas.
Esta política fue refrendada por el premier Salvador del Solar durante su reciente presentación en el Congreso.
La reivindicación de una cultura milenaria, con 55 pueblos indígenas y 48 lenguas se ha centrado, por ahora, en el aspecto cultural pero no en los hombres y mujeres que la hacen posible.
Para el economista Pedro Francke, las iniciativas interculturales del Gobierno son frenadas por una política económica que resta oportunidades de empleo y educación a la mayoría de peruanos.
Que la diversidad del país sea motivo de unidad y no de conflicto es por ahora una declaración de intenciones del Gobierno. Si bien hay avances en políticas inclusivas y temas antes tabú como el racismo hoy se discuten, ser un peruano de un pueblo originario sigue siendo causa de marginación.
Rudy Jordán, Lima.
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