El ejército israelí emitió una orden para arrancar olivos en un área de 0,27 km² en la aldea palestina de Al-Mughayyir, ubicada al noreste de Ramalá y habitada por unos 4000 residentes.
Según las autoridades militares, la medida busca eliminar una supuesta “amenaza de seguridad” que los árboles representarían para una carretera principal que conecta los asentamientos israelíes y atraviesa las tierras de la aldea.
El ejército también afirmó que la medida busca “reforzar las defensas” tras un tiroteo ocurrido el jueves cerca del asentamiento ilegal de Adei Ad, en el que un ciudadano israelí resultó herido de gravedad leve.
Sin embargo, fuentes locales sostienen que la tala de los olivos estaría vinculada a la construcción de una carretera destinada exclusivamente para el uso de colonos, según declaró Marzouq Abu Naim, subjefe del consejo de la aldea, a la agencia palestina Wafa.
Abu Naim agregó que, desde la madrugada, las tropas israelíes han allanado más de 30 viviendas, destruido vehículos y amenazado a varios residentes.
Durante décadas, el ejército israelí ha arrancado olivos, un importante símbolo cultural palestino, en todo el territorio ocupado, como parte de sus esfuerzos por apropiarse de tierras palestinas y desplazar forzosamente a sus habitantes.
Desde el inicio de la guerra de Israel contra Gaza en octubre de 2023, la violencia de las fuerzas militares israelíes y los colonos en Cisjordania se ha intensificado considerablemente, obligando a decenas de miles de palestinos a abandonar sus hogares.
El mayor número de ataques, 585, se registró en la zona de Ramalá, seguido de 479 en la región de Nablus, al norte de Cisjordania.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), al menos 671 palestinos, incluidos 129 niños, han sido asesinados por las fuerzas israelíes y colonos en Cisjordania durante el mismo período.
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