De acuerdo con medios palestinos, fuerzas israelíes irrumpieron el martes por la noche en la localidad de Tammun, utilizando un vehículo civil con matrícula palestina y escoltadas por refuerzos militares. Durante la operación, abatieron mortalmente a Raiq Abdul Rahman Sadiq Basharat, de 47 años, identificado como un alto mando de la Yihad Islámica Palestina.
Según explicaron las fuentes locales, los soldados especiales israelíes irrumpieron violentamente en varias viviendas de residentes palestinos en Tammun, registrando las propiedades con extrema rudeza mientras un helicóptero militar y varios drones de reconocimiento sobrevolaban la zona. Posteriormente, las fuerzas especiales israelíes se llevaron el cuerpo de Basharat —un ex preso político— a un lugar desconocido, según confirmaron testigos locales.
Ante la situación, la Media Luna Roja Palestina (PRCS, por sus siglas en inglés) denunció que las fuerzas israelíes impidieron el acceso de sus equipos de ambulancia al herido y dispararon munición real contra ellos, resultando un paramédico herido por impactos de bala.
En un incidente relacionado, dos jóvenes palestinos —los hermanos Nidal y Khaled Mahdi Ahmed Amira, de 40 y 35 años respectivamente— fueron asesinados a tiros cuando fuerzas de ocupación israelíes abrieron fuego contra civiles en Nablus, según confirmó el Ministerio de Salud palestino. Las tropas israelíes impidieron el acceso de equipos médicos a las víctimas y posteriormente confiscaron sus cadáveres, en un patrón recurrente documentado por organizaciones de derechos humanos.
Israel ha intensificado su agresión contra los palestinos en Cisjordania desde el 7 de octubre de 2023, cuando inició su brutal ofensiva militar contra la Franja de Gaza. Según datos de Naciones Unidas, cientos de palestinos han sido asesinados y miles más resultaron heridos —ya sea por colonos israelíes o por fuerzas militares— en este territorio ocupado desde el comienzo de la guerra.
Esta violencia ocurre en un contexto donde más de 700 000 colonos israelíes residen en 230 asentamientos construidos tras la ocupación israelí de Cisjordania y Al-Quds (Jerusalén) del Este en 1967. La comunidad internacional, incluyendo la ONU en múltiples resoluciones, considera ilegales estos asentamientos por violar el derecho internacional y la Cuarta Convención de Ginebra, al construirse sobre territorios ocupados.
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