Las fuerzas israelíes realizaron el martes una redada en el campamento de refugiados de la ciudad de Yenín, en el norte de la Cisjordania ocupada, que se saldó con 6 palestinos muertos y 26 heridos. Al abandonar el lugar, se llevaron detenidos a tres palestinos.
Tras la agresión israelí, la misma jornada las fuerzas de Resistencia palestinas lograron derribar dos vehículos aéreos no tripulados (drones) israelíes que sobrevolaban Yenín.
En paralelo, los palestinos en varias ciudades de los territorios ocupados por Israel salieron a las calles para condenar las atrocidades israelíes, así mismo expresar su apoyo a los presos palestinos, además en solidaridad con los mártires del violento asalto israelí de esta jornada en Yenín.
El régimen israelí ha intensificado su represión en Nablus y en la cercana ciudad de Yenín desde diciembre del año pasado, cuando Benjamín Netanyahu se convirtió nuevamente en el primer ministro de Israel, al frente del gabinete más extremista de la historia del falso régimen.
En enero, las fuerzas israelíes mataron a tiros a 11 palestinos e hirieron a al menos 100 durante otra incursión violenta en el campo de refugiados de Yenín.
Con el ejército israelí intensificando la violencia en los territorios ocupados, los palestinos aseguran estar más fuertes que nunca y han realizado varias operaciones de represalia contra los colonos, consiguiendo encender las alarmas en los territorios ocupados.
En este marco, la Resistencia palestina ha lanzado una miríada de cohetes contra las posiciones israelíes y ha llamado a la nación a salir a las calles ante los crímenes israelíes.
En este sentido, un alto miembro de la Yihad Islámica Palestina anunció que el movimiento está formando batallones listos para la lucha en zonas cisjordanas.
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