La Organización para la Cooperación Islámica (OCI) emitió un comunicado tras una reunión extraordinaria efectuada el martes en Yeda (Arabia Saudí) para debatir las violaciones israelíes en el complejo de la Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds (Jerusalén). La anota denuncia que visita del ministro de seguridad nacional israelí Itamar Ben Gvir al lugar sagrado constituye una “provocación grave” y una “violación flagrante del derecho internacional”.
El organismo intergubernamental advirtió que los continuos asaltos israelíes a la Explanada de la Mezquita Al-Aqsa tendrán consecuencias para el régimen de Tel Aviv, al tiempo que pidió imponer sanciones al ministro de seguridad israelí por profanar las santidades musulmanas.
La OCI hizo un llamamiento al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) para que asuma su responsabilidad y tome las “medidas necesarias, sin selectividad ni doble rasero, para detener la peligrosa escalada israelí” en Al-Quds.
La Mezquita Al-Aqsa, reza la nota, “es un lugar de culto exclusivo para los musulmanes” y que el estado de Palestina tiene soberanía sobre Al-Quds, la Ciudad Vieja y todos sus lugares sagrados, por lo que todas las medidas tomadas por parte de Israel para modificar el estatus legal de la ciudad o su composición demográfica son “nulas y sin efecto”.
El texto condena además los “continuos ataques” de los colonos israelíes contra los lugares sagrados y las propiedades cristianas en Al-Quds.
La profanación de la Mezquita Al-Aqsa por parte del ministro extremista israelí y un grupo de colonos el pasado 3 de enero ha generado también duras críticas y condenas en todo el mundo. Los grupos de la Resistencia en Palestina han advertido que estas provocaciones israelíes podrían estallar otra Intifada.
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