Tras el rezo colectivo del viernes los palestinos han protestado contra las políticas provocativas de Israel que restringe la entrada de los palestinos a Al-Aqsa y facilita la entrada de los colonos israelíes al lugar santo del Islam.
Durante el acto de protesta los movilizadores han gritado consignas como "con el alma, con la sangre, nos sacrificamos por ti Al-Aqsa". Además, han instado a los palestinos de Al-Quds y la ocupada Cisjordania a levantarse contra Israel.
También han denunciado la decisión de la policía israelí que no permitió el jueves a las mujeres palestinas realizar sus rezos religiosos en el lugar santo del Islam.
Por otro lado, han pedido a los países islámicos, en particular a Estados árabes, adoptar medidas para cesar las profanaciones de los colonos israelíes y poner fin a los planes expansionistas de este régimen que busca transformar Al-Aqsa en un templo judío.
El régimen israelí ha iniciado recientemente un programa diario para la oración judía durante el cual se les negará el acceso a los musulmanes.
En las últimas décadas, el régimen de Tel Aviv ha intentado judaizar Al-Quds a través de distintos métodos como la demolición sistemática de casas pertenecientes a los palestinos en sus propios territorios, así como la construcción de asentamientos ilegales.
La Mezquita Al-Aqsa es un lugar de suma importancia para los musulmanes. El régimen israelí, que se considera a sí mismo el principal propietario de los territorios palestinos, desde el inicio de su ocupación, sueña con destruir dicha mezquita, a fin de transformarla en un templo judío.
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