La decisión del régimen israelí de designar a seis organizaciones de la sociedad civil palestina como "organizaciones terroristas" es un ataque contra los defensores de los derechos humanos, las libertades de asociación, opinión y expresión y el derecho a la participación pública, así dijo la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En un comunicado, Michelle Bachelet afirmó que estas organizaciones en cuestión son algunos de los grupos humanitarios y de derechos humanos de mayor reputación en el territorio palestino ocupado y, durante décadas, han trabajado en estrecha colaboración con la ONU.
La alta comisionada reiteró que la legislación contra el terrorismo no debe aplicarse a la labor humanitaria y de derechos humanos legítimas. Y alertó sobre las consecuencias de esta decisión del régimen de Tel Aviv.
Agregó que no se han presentado pruebas que respalden las denuncias contra estos grupos ni se ha realizado ningún proceso público para establecer las acusaciones. Así que pidió que la medida sea revocada de inmediato.
Entre las organizaciones afectadas se encuentran las organizaciones de al-Haq y Addamir. Son acusadas por el régimen de Tel Aviv de tener vínculos con el Frente Popular para la Liberación de Palestina.
Las autoridades palestinas han condenado la medida y lo han calificado de ataque perturbador contra la sociedad civil palestina.
A su vez, las organizaciones internacionales de Derechos Humanos, Human Rights Watch y Amnistía Internacional, emitieron una declaración conjunta contra esta decisión politizada de Israel.
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