Denuncian que más de medio siglo después, el régimen israelí aún sigue con la misma política agresiva.
Han pasado 52 años desde que Denis Michael Rohan, un colono israelí de origen australiano prendió fuego a la Mezquita Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam y la primera Qibla de los musulmanes. Nunca fue castigado por lo que hizo.
En el aniversario de la tragedia, los movimientos de resistencia palestinos condenaron la normalización de relaciones entre ciertos países islámicos y el régimen israelí y afirman que el fuego de las agresiones aún no se ha apagado.
Durante décadas, las constantes agresiones y profanaciones israelíes a la Mezquita Al-Aqsa han provocado conflictos militares en Palestina.
El último ejemplo fue la guerra de 12 días en mayo, entre Israel y los grupos de resistencia durante la operación espada Al-Quds.
Los palestinos denuncian que el régimen israelí está llevando a cabo una judaización en Al-Quds con el apoyo de Estados Unidos y Occidente.
Este sábado, las fuerzas de seguridad israelíes impusieron restricciones a la entrada de los palestinos, lo que resultó en enfrentamientos esporádicos con los militares.
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