El domingo, Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasileño, inauguró una oficina para cooperaciones comerciales con Israel en Al-Quds (Jerusalén) y reiteró la controvertida intención del Gobierno de Brasil de trasladar su embajada de Tel Aviv a la ciudad palestina.
“La Liga Árabe (LA) considera que la decisión de Brasil es unilateral e ilegítima y que apoya las políticas ilegales de ocupación israelíes”, ha declarado el bloque panárabe en un comunicado emitido tras una reunión extraordinaria celebrada este jueves en El Cairo (capital egipcia).
La nota denuncia que la medida del Gobierno brasileño, presidido por Jair Bolsonaro, constituye una violación del derecho internacional y de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el estatus histórico y legal de la sagrada ciudad de Al-Quds.
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El cambio negativo en la política exterior de Brasil hacia la justa causa palestina “dañará seriamente las relaciones e intereses árabo-brasileños”, ha advertido la Liga Árabe, conforme recoge la agencia oficial palestina de noticias WAFA.
Ante tal situación, el bloque ha avisado que tomará las medidas políticas, diplomáticas y económicas necesarias para hacer frente a cualquier decisión de cualquier país que viole el estatus legal de Al-Quds.
El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, pidió el lunes a los Estados miembros de la Liga Árabe la adopción de medidas serias para presionar a la Administración de Bolsonaro por contribuir activamente a los planes del régimen de Israel para eliminar “la causa palestina”.
Bolsonaro —un aliado ideológico del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu— ha expresado en varias ocasiones que considera un referente a Israel, un régimen que está trabajando para alentar a otras naciones a seguir el paso del presidente de EE.UU., Donald Trump, de trasladar la embajada de su país a Al-Quds.
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